lunes, 3 de septiembre de 2012

Propósito de enmienda


Tú misma lo dijiste al sentarte a la mesa
‘será difícil resistirse a tanto hombre guapo’
Y sin embargo, ¡qué panda de maricones!
‘estas corbatas volverían loca a cualquiera
pero yo estoy entrenada para estas cosas’

Me imagino lo que pensaste luego
estuvimos agudísimos, encantadores
la clásica conversación sobre ginebras
algunos chistes verdes, muchas miradas
bromas sobre la lejanía de nuestras parejas.

Tras la primera copa, traslado al bar del hotel
quedamos el grupo calavera de siempre
exprimiendo citas, historias, palabras
picante sería exagerar, pero más de uno
tenía en la cabeza un polvo contigo.

Y es que estabas impresionante
Puro brillo
El centro de las miradas

No recuerdo si la noche era fría o cálida
si bebíamos Hendrick’s o Martin Miller’s
se fueron yendo todos, solos o en parejas
y acabé también despidiéndote en la calle
con mucha sonrisa y un fuerte abrazo

En estos casos cabe preguntarse seriamente
dónde se meten los hombres de verdad
qué estúpidas sensaciones llevaron al desastre
a dos adultos con ganas de darse placer
que acaban durmiendo en frío una noche caliente.

Hay que ser cristiano
Y prometer solemnemente
arrepentimiento y propósito de enmienda.

Dedicado a una Sivila / ¿Silvia? que ha descubierto
este secreto y que seguro pagará caro su atrevimiento.