Tiene un poco de puta y niña virgen
Muchos han encontrado consuelo entre sus piernas
Y algunos la han seguido frecuentando
Como ovejas histéricas de alguna secta apocalíptica.
Ha habido valientes que la han dejado a tiempo
Y otros cuyas monedas no han servido a sus ojos.
Puede envolvernos en un mundo hospitalario
A fuerza de palabras y miedos compartidos
Es un alucinógeno inyectado en la sangre,
Una viagra contra la tristeza,
No respeta horarios ni costumbres
Y se vuelve celosa con los años.
Hay que tratarla con esmero
Aunque sin falsos artificios de obseso formalista
Detesta los ropajes muy manidos
Y se excita, a menudo, con el riesgo
Que nace de la claridad.
Baja la voz entonces para hablar de lo que importa
-esos pequeños accidentes de nuestra geografía-
Sin verdades sonoras que dicten un camino.
Yo la prefiero así,
desnuda de perfumes fastuosos
Peligrosa y salvaje como un perra herida
Buscando en la basura
Un corazón infecto que llevarse a la boca.
Autor: Alberto Tesán.
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