Esta traicionera Luna de enero
dispara mis resortes de licántropo
y me doy cuenta de determinados vacíos
que a veces me desvelan por la noche
Echo de menos tus misteriosas montañas
los mensajes-tobogán en el wasap
el reflejo de tu espalda en el espejo
el roce de tus pezones sobre mi pecho
el brillo de mis dedos en tu sexo
determinados olores que se fueron contigo
Ese día que me agarraste de la camisa
y me comiste la boca sin reparar en nadie.
no hay como atajar directamente a un hombre
ResponderEliminarSus impulsos la gobernaron en ese momento y se creo el instante perfecto
ResponderEliminarMágico el momento de locura en que todo se borra y sólo queda el deseo.
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